El año que este año se va y al que no nos dignamos siquiera a despedir con una palmada en la espalda ha sido el de la rata y el de la incertidumbre. Han sido doce meses dónde Zapatero ha descubierto que España está en crisis, y que urge una rápida intervención. El presidente también se ha percatado de que ya no es como antes. Ya no vale vivir de las rentas de anteriores legislaturas y que el superávit no es eterno.
Mientras algunos adivinos ilustraban 2008 con un pozo negro, otros sostenían que España se parecía más a un pararrayos. Doce meses después, todo el mundo sabe quién tenía razón.
Ahora tenemos un problema. Ahora nos hemos dado cuenta que los pesimistas tenían razón, y que el Gobierno dice que estamos inmersos en una crisis (no sólo económica, sino social) sin tartamudear. Estamos en un momento de incertidumbre, donde no sabemos lo que ocurrirá de aquí a dos meses, y de cómo estaremos en ese período.
Tenemos un problema, amigos, porque nadie en el mundo financiero o político se atreve a asegurar si hay más cadáveres debajo de la alfombra, ni tampoco se atreve a sacar esos cadáveres que harán que la casa algún día huela mal. Todo el mundo está expectante, y eso es un problema. Porque nadie hace nada.
Pero en pocos días nacerá el año 2009, el año del buey. Dice la fábula que cuando Buda llamó a los animales, el buey acudió muy puntual a su cita y se presentó antes que cualquiera. La rata, sin embargo, saltó desde el lomo del buey y le exigió que le cediera su puesto. El buey, que era muy pacífico, aceptó. Por eso, el año de la rata va el primero, antes que el año del buey, que es una continuación del año de la rata y que, según la leyenda, no se entiende sin él. Se dice que el buey termina lo que la rata empieza y, por esta razón, los años del buey deben siempre ponerse en el contexto de una continuación de los años de la rata.
Se puede creer o no en los horóscopos, en las fábulas y en la mitología oriental, pero la moraleja de la historia de la rata y el buey se convierte hoy en algo tan real que asusta. En realidad, no empezamos un año, sino que aterrizamos en la segunda parte de 2008. Nada de lo que pase en los próximos doce meses se entenderá sin la historia del año de la rata, que ha dejado tantas cosas sin cerrar que necesitaría abarcar más de cien semanas.
Por todo esto se visualiza un nuevo año interesante, y que espero personalmente que vaya mucho mejor que el que termina.
Merece mención aparte el buen año del deporte español. En el 2008 hemos tenido en el deporte nuestro mejor embajador internacional. Con Nadal, Alonso, la Selección Española de Fútbol, la Selección Española de Baloncesto, Contador, Sastre, Torres, los Juegos Olímpicos, la Selección Española de Tenis, y un largo etcétera que produce la envidia de todo el planeta Tierra
Desde NNGG de Ciudad Lineal les deseanmos Feliz Año Nuevo.
Carlos.
Carlos.
8 comentarios:
Un año financiera y político para olvidar.
Un año deportivo para recordar.
Totalmente de acuerdo.
El año del pleno desempleo, el año del deporte español y el año del "por que no te callas".
Feliz año
El "¿por qué no te callas?" fue en el año 2007.
El "¿por qué no te callas?" fue en el verano de 2008. En la cumbre de Chile. Creo que no me equivoco??
Con total seguridad, el "¿Por qué no te callas?" fue en noviembre de 2007, en la cumbre de Chile.
joe Carlitos!!! q alegría q nombres a FERNANDO TORRES como un éxito del 2008, sobretodo sabiendo lo vikingo q eres, jejejejjee.
un fuerte abrazo y Felíz Año d parte de tu Secre!
lo de el debate d cuando fue el "porque no te callas?" es una tontería, porque una frase tan MÍTICA y ACERTADA será ETERNA!!! :P
SALUDOS!
señorito Martín Valhondo:
no sabía q fueras tan profundo... menudo rollo nos has soltado con lo del año de la rata y el buey (es un simil de ZP y Rajoy?)
JAJAJAJJAJAJAJJAA
UN FUERTE ABRAZO
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